Desde hace varios días, circula una versión oficial por parte de la gerente del hospital y la propia gobernadora del Tolima, según la cual los pagos de nómina no se han hecho efectivos porque el Gobierno Nacional, específicamente el Ministerio de Salud, no ha girado los recursos. Sin embargo, esta narrativa se ha caído por su propio peso.
El dinero ya está en la cuenta
El Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y el interventor de la Nueva EPS han sido claros y contundentes: los pagos a los hospitales públicos del Tolima ya fueron ordenados, los recursos están disponibles desde la semana pasada, y el Hospital Federico Lleras Acosta tiene el dinero en su cuenta bancaria. Así de claro. Así de simple.
¿Entonces por qué no se han hecho los pagos a los trabajadores?
La respuesta no está en Bogotá. Está en Ibagué, en el despacho de la gerente del hospital y en el Palacio Departamental. Allí, lejos de asumir con responsabilidad la administración de los recursos, se ha optado por el camino de la politiquería: sembrar dudas, manipular la información y trasladar culpas al Gobierno Nacional con fines mediáticos y electoreros.
Una mentira que duele… y cuesta
Los afectados son los de siempre: los trabajadores y trabajadoras de la salud. Médicos, enfermeros, auxiliares, personal administrativo y logístico que han sostenido con compromiso y sacrificio el funcionamiento del hospital, ahora deben soportar que jueguen con su sustento. Muchos de ellos son madres y padres cabeza de familia, personas que viven del día a día y que hoy, injustamente, ven vulnerados sus derechos laborales por una decisión política irresponsable.
Este no es un caso aislado. Es el reflejo de una estrategia mezquina que busca generar zozobra, afectar la imagen del Gobierno Nacional y sembrar descontento social, aún a costa del bienestar de cientos de familias tolimenses.
¿Hasta cuándo se seguirá usando la salud como arma política?
Es lamentable que sectores políticos y administrativos locales continúen usando el sistema de salud como un campo de batalla para sus intereses. Mientras el Ministerio de Salud trabaja en sanear las finanzas del sector, ordenar el flujo de recursos y avanzar en una reforma que elimine la intermediación corrupta que ha desangrado el sistema por años, algunos dirigentes se dedican a sabotear los avances para mantener sus feudos de poder.
La gobernadora del Tolima y la gerente del Hospital Federico Lleras Acosta deben responder:
¿Por qué no se han realizado los pagos si los recursos ya están disponibles?
¿Quién está ordenando frenar el desembolso?
¿Qué intereses políticos o económicos se esconden detrás de esta demora injustificada?
¿Quién responde por las familias que no han podido cubrir sus gastos esenciales por una mentira oficial?
La salud es un derecho, no un botín político
El país atraviesa un momento crítico en el debate sobre el futuro del sistema de salud. La reforma impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro busca precisamente eliminar estas prácticas que durante décadas han permitido que la salud se privatice, se desvíe, se negocie y se malgaste.
Mientras eso ocurre, ejemplos como el del Hospital Federico Lleras Acosta demuestran que la oposición a la reforma no es técnica ni ética: es política, y responde a quienes se han beneficiado históricamente del caos.
Un llamado a la transparencia y la verdad
Desde los medios alternativos, desde la ciudadanía consciente y desde todos los sectores que creen en un sistema de salud público, digno y sin corrupción, hacemos un llamado a la gerente del Hospital Federico Lleras Acosta y a la gobernadora del Tolima:
El pueblo tolimense no es tonto. La ciudadanía ya no se deja engañar tan fácil. Hoy, gracias a la información verificada y a las denuncias de los propios trabajadores, sabemos quién miente y quién responde.
Que el hospital pague lo que debe, que la verdad salga a la luz y que, de una vez por todas, se deje de usar la salud como instrumento de manipulación política. La gente merece respeto. Y la salud, dignidad.
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