Reforma a la salud en Colombia

“Las EPS pagan sus deudas o las liquidamos”: el ministro Jaramillo planta cara al poder financiero de la salud

octubre 08, 2025

Con voz firme y sin titubeos, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, volvió a marcar la diferencia entre un Estado que se arrodilla ante los intereses privados y un Estado que defiende los derechos del pueblo.

A pocas horas del crucial debate sobre la Reforma a la Salud en la Comisión Séptima del Senado, Jaramillo lanzó un mensaje que retumbó en todo el sector: “Las EPS pagan sus deudas o las liquidamos. Con Duque se les entregaron 12 billones de pesos y no le pagaron a nadie, se quedaron con la plata.”

Con esta advertencia, el ministro no solo pone en evidencia el abuso sistemático de las Entidades Promotoras de Salud, sino que también reafirma el compromiso del Gobierno del presidente Gustavo Petro de acabar con la corrupción y devolver la salud a los colombianos como un derecho, no un negocio.

El ministro que enfrenta a los poderosos


Durante décadas, las EPS han manejado miles de millones de pesos del presupuesto público bajo un modelo que, lejos de priorizar la atención médica, ha servido como caja menor de grupos financieros. Jaramillo —uno de los funcionarios más leales y valientes del gabinete de Petro— ha decidido poner punto final a esta historia de impunidad.

Su mensaje fue contundente: o pagan las deudas que tienen con hospitales, clínicas y trabajadores del sector, o el Estado intervendrá con la máxima sanción: la liquidación. “No habrá excepciones. Ni para las investigadas ni para las que aún no lo están. Se acabó la impunidad financiera con la salud del pueblo”, advirtió el ministro ante los medios.

La medida busca revertir la asfixia económica que padecen los hospitales públicos y privados, que durante años han tenido que sostener el sistema mientras las EPS retenían los recursos. En palabras de Jaramillo, la prioridad es clara: “los recursos deben ir directamente a los hospitales, no a intermediarios que se lucran de la enfermedad de la gente.”

12 billones entregados, cero resultados


El ministro recordó que bajo el gobierno anterior se entregaron 12 billones de pesos a las EPS para aliviar sus pasivos con las instituciones prestadoras de servicios, pero la mayor parte de ese dinero jamás llegó a su destino. Mientras tanto, los hospitales seguían cerrando servicios, los médicos esperaban pagos atrasados y los pacientes enfrentaban largas esperas por tratamientos vitales.

Con ese antecedente, Jaramillo no solo denuncia el abuso, sino que deja claro que el nuevo Ministerio de Salud no está dispuesto a seguir financiando un modelo quebrado por dentro y corrupto por fuera.


Reforma a la salud: una batalla ética


El pronunciamiento del ministro se da justo en el umbral de la discusión más importante del Congreso: la Reforma a la Salud que impulsa el Gobierno Nacional.

La advertencia a las EPS no es una frase al aire; es una declaración de principios. En el corazón de la reforma está la convicción de que la salud debe administrarse con transparencia y equidad, garantizando atención preventiva, digna y universal. Para Jaramillo, “no puede haber reforma real mientras los mismos que se robaron los recursos sigan manejando la salud del país”.

Con su estilo directo y sin eufemismos, el ministro encarna el espíritu de transformación que el presidente Petro ha promovido desde el primer día: una Colombia donde la salud sea un derecho humano, no una mercancía.

Las palabras de Jaramillo fueron celebradas por amplios sectores sociales, sindicatos de la salud, asociaciones de médicos y pacientes. En redes sociales, cientos de ciudadanos calificaron su declaración como “histórica” y “valiente”.

Para muchos, el ministro representa la voz de los hospitales públicos que durante años fueron silenciados por el poder de las EPS y la indiferencia de los gobiernos anteriores. Mientras la oposición insiste en proteger los intereses de las aseguradoras, Jaramillo responde con hechos y con convicción: “Este Gobierno está del lado de los pacientes, no de los contratistas.”

La salud vuelve al pueblo


La advertencia del ministro Jaramillo no es solo una amenaza administrativa. Es una señal inequívoca de que el Estado recupera el control del sistema de salud.

Si las EPS no pagan lo que deben, el Gobierno está listo para intervenir y redirigir los recursos directamente a los hospitales, garantizando que cada peso público sirva para salvar vidas, no para inflar cuentas privadas.

En una época donde los grandes grupos económicos pretenden perpetuar su dominio sobre el bienestar de los colombianos, la voz del ministro Jaramillo se levanta con fuerza moral y política. “O pagan sus deudas o se van. La salud no es un negocio, es un derecho.”

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