Reforma a la salud en Colombia

Jaramillo firmó el terreno del Hospital de la Paz

author photo junio 04, 2025

 El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, anunció con emoción y esperanza la firma de la escritura de donación del terreno donde se construirá el Hospital de la Paz, el primer centro médico en Colombia y América Latina especializado en la atención a víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Este anuncio marca un hito trascendental en la historia reciente del país, al poner en marcha un proyecto que combina salud pública, reparación a las víctimas y memoria histórica.

Jaramillo firmó el terreno del Hospital de la Paz

El acto se realizó en el municipio de Cumaral, en el departamento del Meta, donde se formalizó la entrega del lote que albergará el hospital. Al evento asistieron víctimas del conflicto, líderes comunitarios, representantes del Gobierno Nacional y actores internacionales comprometidos con la defensa de los derechos humanos. La jornada estuvo cargada de simbolismo, al firmarse también un memorando de entendimiento entre el Ministerio de Salud, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Universidad Gran Colombia. Tras la firma, las autoridades y representantes de víctimas colocaron una placa en el terreno, como símbolo de la primera piedra del proyecto. El ministro Jaramillo expresó que este hospital tiene un potencial enorme, no solo en términos de atención en salud, sino también en su capacidad para generar educación, preservar la memoria y sembrar esperanza en las comunidades.

“El Gobierno Nacional está comprometido con este proyecto tan significativo. Esta donación no solo es un acto generoso, es un acto de amor por el país y por las víctimas", afirmó.
Jaramillo firmó el terreno del Hospital de la Paz

El terreno donado, de casi ocho hectáreas, fue cedido por la familia Quintero, encabezada por doña Ana Elvira Ruíz de Quintero, una mujer de más de 90 años que con profundo sentido humanitario decidió entregar parte de su propiedad para que allí se construya este hospital. Durante la ceremonia de firma en Bogotá, decenas de mujeres sobrevivientes del conflicto rindieron homenaje a esta familia por su generoso gesto. “Hay que dar de lo que a nosotros nos ha dado Dios”, dijo doña Ana Elvira, con humildad. La donación fue fundamental para destrabar un proceso que llevaba años intentando consolidarse en Villavicencio sin éxito, permitiendo que el hospital se mantenga en territorio metense, una región profundamente afectada por la guerra.

El Hospital de la Paz será mucho más que un centro médico. Se proyecta como un espacio de sanación integral para las víctimas de violencia sexual, un crimen de guerra ampliamente documentado pero históricamente silenciado en Colombia. Este hospital ofrecerá atención especializada en salud física y mental, acompañamiento psicológico, orientación jurídica y apoyo social para la reconstrucción de los proyectos de vida de quienes han sufrido los peores horrores del conflicto armado. Además, será también un hospital materno-infantil de referencia, beneficiando a miles de habitantes del Meta y regiones vecinas que hoy enfrentan enormes dificultades para acceder a servicios médicos de calidad. Contará con alrededor de 200 camas y las especialidades necesarias para atender a toda la población, incluyendo a quienes no han sido víctimas directas del conflicto, garantizando así una atención inclusiva y equitativa.

Este hospital nace como parte de las medidas de justicia restaurativa impulsadas tras la firma del Acuerdo de Paz. Su construcción será financiada con recursos del Fondo Colombia en Paz, y cuenta con el respaldo del Gobierno Nacional, la JEP, la Unidad para las Víctimas y diversas instituciones académicas y sociales. El ministro Jaramillo destacó que este hospital no solo será un referente en Colombia, sino un modelo para otros países que enfrentan desafíos similares en la reparación del daño causado por la violencia.

La creación del Hospital de la Paz reafirma la voluntad del Estado de poner a las víctimas en el centro de la política pública. En una sociedad marcada por décadas de conflicto, este tipo de proyectos representan no solo una deuda saldada, sino un compromiso con la dignidad, la verdad y la no repetición. Cada consulta médica, cada terapia psicológica, cada orientación legal ofrecida en este lugar será un paso más hacia una Colombia que no olvida, que aprende de su historia y que construye paz desde el cuidado, la justicia y la solidaridad.

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