Miguel Uribe Turbay en Ibagué: La hipocresía de la política tradicional en busca de votos

author photo mayo 11, 2025

En su más reciente visita a Ibagué, Miguel Uribe Turbay, senador de la derecha colombiana y rostro visible del uribismo maquillado, vuelve a pasearse por la ciudad como si le importara. Se toma fotos, da discursos, sonríe con condescendencia y habla de “construir país”, pero quienes vivimos en esta tierra sabemos la verdad: a Miguel Uribe nunca le ha importado Ibagué. Viene, como siempre, a lo mismo: a recoger votos. Y nada más.


No es la primera vez que los políticos de derecha, con un prontuario lleno de privilegios heredados y carreras construidas en los escritorios del poder bogotano, aterrizan en las regiones solo cuando hay elecciones cerca. Pero lo de Miguel Uribe raya en la desfachatez. Un político que ha tenido todos los reflectores encima desde joven, que ha ocupado cargos importantes y ha estado en las entrañas del poder durante años, y que jamás, ni siquiera una vez, ha levantado su voz por Ibagué. Nunca ha denunciado el desempleo rampante, los huecos que parecen cráteres lunares en nuestras calles, la falta de oportunidades para los jóvenes, el abandono estatal en los barrios populares, o el drama del sistema de salud.

Cuando fue secretario de Gobierno de Bogotá, su prioridad no fue la gente, fue el poder. Y ahora como senador, ¿alguien recuerda alguna gestión concreta suya por Tolima? ¿Un debate, una denuncia, una inversión lograda, una causa apoyada? Nada. Absolutamente nada. Pero cuando el reloj electoral comienza a correr, ahí sí aparece, listo para posar con sombrero, abrazar niños, hablar de valores y patriotismo, y dar cátedra de un país que nunca ha pisado con los pies en la tierra.

Miguel Uribe representa todo lo que está mal con la política tradicional: una élite que se cree con derecho a gobernar sin conocer, sin sentir, sin sufrir con el pueblo. Su visita a Ibagué no es un acto de compromiso, es una estrategia de campaña. Es marketing político puro, sin alma. Es venir a buscar votos en una tierra que jamás ha defendido. Y lo peor es que algunos ciudadanos, confundidos por el show, lo reciben como si fuera un mesías. ¿Hasta cuándo vamos a seguir idolatrando a personas que solo se acuerdan de nosotros cuando necesitan el favor del voto?

Ibagué merece respeto. Merece representantes que no aparezcan solo cuando hay elecciones, sino que estén presentes todos los días, caminando nuestras calles, sintiendo nuestras angustias, luchando con nosotros y para nosotros. No podemos seguir siendo tierra de paso para políticos oportunistas que solo quieren aumentar su caudal electoral.

Es momento de dejar de ser lambones del poder y empezar a exigir coherencia, trabajo real y compromiso. No más selfies con los mismos de siempre, no más aplausos fáciles para quienes jamás han hecho nada por nosotros. Ibagué necesita líderes de verdad, no vendedores de humo con apellido rimbombante.

Miguel Uribe Turbay en Ibagué: La hipocresía de la política tradicional en busca de votos

Si Miguel Uribe realmente quiere hablar de país, que empiece por reconocer que ha sido parte del problema. Que no venga a Ibagué a dar lecciones, sino a escuchar, a rendir cuentas y a comprometerse de verdad, si es que alguna vez piensa hacerlo. Porque el pueblo ya se cansó del teatro, y merece algo mejor que esta farsa electoral de siempre.


EL TRINO.CO

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